Suflí

Comarca: Valle del Almanzora
Población: 253 habitantes.
Altitud: 634 metros.
Superficie Física: 10 kms².
Gentilicio: Suflireños

Descripción

Suflí es una localidad de la provincia de Almería En el año 2006 contaba con 253 habitantes. Su extensión superficial es de 10 km² y tiene una densidad de 25,3 hab/km².

Sus coordenadas geográficas son 37º 20' N, 2º 23' O. Se encuentra situada a una altitud de 634 metros y a 115 kilómetros de la capital de provincia, Almería.

Geografía

Clima

El clima de Suflí atraviesa las cuatro estaciones de los países europeos mediterráneos, dando lugar a una variada tipología de ambientes y a un rico cromatismo atmosférico.

Comunicaciones

Carreteras

Vista de Suflí desde el Mirador del Paraje de las Yeseras.

Demografía

Ver datos estadísticos de la población de Suflí

Evolución demográfica
1996	1998	1999	2000	2001	2002	2003	2004	2005	2006
233	246	249	256	251	255	242	234	260	253

Economía

Ver Datos estadísticos de la economía de Suflí Economía

Sulfí ha encontrado la fuerza del dinamismo a la par que toda la comarca, y lo ha hecho de la mejor manera posible participando de tirón global que ha supuesto la rehabilitación de la industria del mármol y, al tiempo buscando su propia especificidad, encontrando unos rasgos biográficos propios que le están dando una personalidad más que notable ya que cabe resaltar que posee una excelente artesanía como es el arte de la gastronomía: Fritada

Historia

Por el Valle del Almanzora pasaron desde siglos atrás numerosas corrientes culturales, pero Suflí quedaría un tanto al margen desde su tranquilo emplazamiento, relativamente alzado sobre el valle; por eso, sus habitantes musulmanes se autodenominaban «los de abajo», traducción del nombre del pueblo -Sfloy, Sofli, Suflí-, unánimemente aceptada por los historiadores.

Nunca estuvo muy poblada, los primeros datos disponibles son de cuando las expulsiones de la población islámica y sus consiguientes repoblaciones, datos fiables que se conservan en los libros de apeo y en la copia existente en la Real Chancillería de Granada.

Suflí quedó con una población muy reducida, que se fue recuperando poco a poco hasta que, a principios del siglo XX, ascendió a algo más de 800 habitantes, su máximo histórico. Con las emigraciones sucesivas a centros económicamente mejores que se produjeron en toda España en los años 30 y 50, y el posterior éxodo hacia la costa, el censo actual se ha reducido nuevamente hacia un cuarto de millar.

La lógica migratoria hace que esta población, además, tenga una estructura envejecida, con bastantes personas jubiladas y escasez de jóvenes.

Hoy día, algunas familias se han incorporado a la vida cotidiana de Suflí y conforman su núcleo «duro», dinámico y actual.

La política municipal y provincial de obras públicas se está dejando notar en los últimos años en el equipamiento urbano, deportivo y social. Es algo nuevo, tras décadas de decadencia. Desde principios de siglo, cuando se reconstruyeron (prácticamente se hicieron nuevas) la iglesia parroquial y la ermita de la Cruz, no se había acometido una política de obras como la actual.

Claro que la pequeña dimensión del pueblo ha hecho que mucha gente tenga que trabajar fuera de su municipio, en la vecina y pujante Comarca del Mármol, uno de los centros básicos dela industria almeriense. Pero todo esto no es nuevo. En el siglo XVIII también consta que sólo había una taberna, dos panaderías y una almazara

Ver artículo sobre historia de Suflí

Lugareños ilustres

Fallecidos en Suflí

Cultura

Turismo

Puntos de interés

Fuente pública:

De la fuente pública de Suflí, que tal vez sea el lugar más atractivo y pintoresco del pueblo, consta su existencia ya en los primeros escritos que se conservan sobre el pueblo de la época de la repoblación castellana.

Edificios y monumentos

Arquitectura militar

Torre de Suflí (Bien de Interés Cultural, año 1985):

Ruinas de una torre de alquería, reaprovechadas en la construcción de edificios actuales.

Arquitectura religiosa

Ermita de la Santa Cruz.

Ermita de la Santa Cruz:

Pequeña ermita que se halla en el vértice occidental del lado Sur del pueblo, sobre la llamada "rambla de los yesares", al inicio del sendero "las yeseras", de Suflí. Es un edificio absolutamente sencillo y humilde, no por ello carente de atractivo pintoresco y de gracia. La estructura de su tejado es compleja y curiosa, aunque en línea con su peculiar sencillez. El edificio se integra en un fondo de naturaleza en el que destaca la histórica y gigantesca morera memoria de la época en que Suflí era un importante productor de seda. En el interior de la ermita existe una Cruz desnuda, la cual se vela cada 2 de mayo y se rodea de las flores y las macetas mejores de las casas y las huertas del pueblo.

Ermita de San Roque.

Ermita de San Roque:

Ermita que se encuentra ubicada en la cúspide de la pequeña colina que preside la entrada del pueblo. Su construcción tuvo lugar a finales del siglo XVIII. Consta de una sola nave a cuyo frente se sitúa la imagen de su titular, San Roque. La ermita es un pequeño edificio de estructura sencilla pero atrayente; su fachada frontal, blanca y enjalbegada, en contraste siempre con el vario cromatismo del cielo, muestra una composición simétrica y simple, con una puerta de acceso acabada en arco de medio punto y un óculo sobre ella, rematando en una pequeña espadaña con campana, tan humilde como pintoresca.

Iglesia parroquial de Suflí.

Iglesia parroquial de Suflí:

Iglesia parroquial que se encuentra situada en la plaza de la Constitución, en el lugar que hace de centro y a la vez el punto más elevado del pueblo. En documentos históricos de la segunda mitad del siglo XVI ya consta la existencia de esta iglesia, de la que se dice encontrarse en buenas condiciones. Consta de una gran nave central de elevadas paredes dividida en dos espacios mediante una serie de columnas que delimitan un pasillo lateral de techo más bajo que comunica la puerta de entrada de la iglesia con la sacristía. En 1911 fue sometida a una importante reconstrucción que hizo cambiar, entre otras cosas, el lugar que ocupa su torre, que antes estaba sobre la sacristía actual. Durante la Guerra Civil española se procedió a la quema de las imágenes religiosas, acto acometido en la plaza del pueblo, que hizo desaparecer importantes tallas de gran valor histórico, sentimental y artístico.

Espacios naturales

Balsa de la Zanja.

Balsa de la Zanja:

De la Balsa de la Zanja de Suflí proviene la mayor parte del agua de regadío de las tierras de la localidad. Junto a ella se encuentra el recientemente rehabilitado lavadero destinado ahora a fines lúdico-recreativos. Se trata de un pequeño edificio con grandes ventanas y bancos donde detenerse un momento a escuchar fluir el agua inmediata buscando un refugio del calor asfixiante del verano.

Pasaje de las Yeseras.

Pasaje de las Yeseras:

A sólo 1 km del municipio de Suflí se halla esta antigua cantera de yeso, hoy convertida en atractivo turístico, pues ya no está sometida a la explotación. Junto a la cantera se conservan los antiguos hornos donde se cocía la piedra del yeso para hacerla útil como material de construcción. Según cuentan los mayores antes toda la cantera era una sola cueva en forma de campana donde los trabajadores podían llevar a cabo su labor resguardados de las inclemencias meteorológicas.

Callejero de Suflí

Veáse Callejero de Suflí

Gastronomía

Ver artículo sobre la Gastronomía de Suflí

Los más viejos del lugar cuentan que toda la vida de Dios se habían hecho conservas de fritada en las casas. En efecto, hasta 1973 fue así, pero en aquellas fechas Sanidad exigió las lógicas medidas de higiene y demás; no las pudieron, o no las quisieron cumplir y cerraron todos los elaboradores caseros. Al poco, se empezaron a montar algunas pequeñas fábricas en Suflí y en Purchena.

Fritada

Por entonces, llegan nuestros protagonistas a Suflí, quizá buscando sosiego y retiro, pero les entró el gusanillo y en 1984 abrieron la actual factoría en la que elaboran 250.000 kilos de «Fritada de Suflí» al año, o mejor dicho, en los meses de campaña, que va desde fin de julio hasta mediados de noviembre. Y no hacen más por falta de material. Porque eligen cuidadosamente la materia prima, base fundamental de la calidad, junto con el mantenimiento de los procesos artesanales: el pimiento seleccionado asado con leña, el carnoso tomate de pera levemente cocido, ambos pelados a mano, y todo envasado sin aditivos de ningún tipo. Tienen para asar un viejo anafe, idéntico a los que se usaban antiguamente.

La fritá se puede tomar tal cual viene en la lata, añadiéndole aceite, con lo que tenemos la «ensalá asá». O hacer la clásica receta almeriense, que consiste en freír el pimiento y el tomate con magras, asaduras, conejo o choto. O inventarse cualquier variante, que las hay graciosas.