Historia de Huécija

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Vista general de Huécija

Huécija ha sido desde finales de la época medieval el pueblo más aristócrata de la comarca del Andarax aunque sus orígnes son casi desconocidos. Durante la época musulmana recibía los nombres de Guacimora, Güecixa y Güecija. Es uno de los pocos pueblos del Valle del Andarax que tiene la categoría de "Villa".

Orígenes

Es muy alta la probabilidad que indica que los primeros pobladores fueron romanos por su cercanía con el Cerro de Marchena donde hubo una villa romana. No fue hasta el siglo XIII cuando este pueblo pasó a formar parte de la Taha de Marchena, convitiéndose en 1494 en la capital de la Taha al ser entregado este señorío a Don Gutierre de Cárdenas y Chacón por los Reyes Católicos. Éste se compuso entonces de varios lugares cercanos: Zodun (Alsodux), Alhabiati (Alhabia), Terque, Bentarico (Bentarique), Ylar (Illar), Alhama (Alhama de Almería), Estancihun (Instinción), Rágol, y Alicún (posiblemente como barrio de Huécija).

Los Duques de Maqueda

Huécija era el lugar donde vivían tanto el administrador como el gobernador de los Señores de Cárdenas: Don Gutierre y su esposa Doña Teresa Enríquez, cuyo hijo Diego de Cárdenas y Enríquez fue nombrado primer Duque de Maqueda.

Una de las actividades más destacables de aquella época fue, por empeño de Doña Teresa Enríquez, la promoción del Corpus y la fundación de varios conventos e iglesias, en una zona donde la presencia y de mezquitas y alminares era destacable. En este momento fue cuando se fundó el Convento de los Agustinos.

Historia moderna

Con la expulsión de los moriscos, Huécija quedó casi despoblada, lo cual afectó mucho a la economía que no se recuperó hasta el siglo XVIII. A partir de esta época se comienza la celebración de la feria anual de ganado, la cual se celebró hasta los años 60. En 1835 quedó abolido el Señorío Maqueda y Arcos por la aparición del liberalismo, dándole así una independencia a Huécija, que pasó a tener un regidor y un alcalde.

De este modo, este municipio prosperó económica y demográficamente por la riqueza del cultivo de la uva de Ohanes, manteniéndose este cultivo durante el siglo XX pero en la actualidad hay otras alternativas por la inestabilidad económica que generaba.

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