Turismo en Adra

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Turismo en Adra

Puntos de interés

Elevación natural de 40,38 metros de altitud sobre el nivel del mar, situado al este de la actual población de Adra, cuyas construcciones más orientales limitan el cerro por el sur. La vertiente este del sitio arqueológico está orientada hacia el antiguo curso del río Adra, que fue desviado en el siglo XIX. En 1970 y 1971 el lugar fue excavado por Fernández Miranda, y como resultado de estos trabajos se documentaron estructuras de habitación de época púnica y restos de una factoría de salazón romana. La secuencia cronológica abarcaría desde mediados del siglo IV antes de Cristo en época púnica, hasta época tardoromana.

Edificios y monumentos

Arquitectura militar

También conocido como torreón de la Olvera, es uno de los restos más relevantes que se conservan del recinto amurallado de Adra, que además de la torre mantiene dos tramos de muralla adosados a ella. Su fábrica se compone de mampostería y mortero de cal, estando sus elementos más voluminosos en la base y los más pequeños conforme va subiendo la muralla. La piedra es la propia de la zona con pizarras y esquistos así como cantos rodados del cercano río de Adra. Todo el conjunto se encontraba enfoscado con mortero de cal, y tanto la muralla como las torres se encontraban complementadas por troneras y saeteras.

El Recinto fortificado de Adra fue mandado construir por la reina doña Juana en el año 1505, dentro de la política de control y defensa de la costa del reino de Granada iniciada por los Reyes Católicos, aunque su acabado final se retrasaría durante algunas décadas. Su objetivo era el de proteger la línea costera, la nueva frontera de la zona cristiana tras la conquista del Reino de Granada, que quedó repoblada con el asentamiento de cristianos viejos, incentivados con beneficios fiscales. Aquel recinto amurallado de la ciudad de Adra presentaba planta de un hexágono irregular, con una longitud total de unos 475 m. que incluía cuatro torreones redondos y otros tres de planta rectangular de refuerzo de las esquinas. Como elemento para la defensa activa se había previsto un camino de ronda bordeado por un parapeto de tapial y ladrillo, con saeteras, que remata superiormente todo el perímetro, y por troneras en la parte inferior del muro y torres.

Se situa sobre un cerro junto a la carretera Málaga-Almería en la localidad de Guainos Bajos (Adra), visualmente conectada con la torre de Alhamilla. Ya en época de Yusuf I (1329-1359), formaría parte de las edificaciones militares construidas por su primer ministro Abu-l-Ridwan por los problemas de piratería que afectaban al Reino de Granada. Data de los siglos XIII-XIV, y es citada a través de la historia en diferentes hitos históricos relativos a las defensas de esta costa. La torre es de sección cilíndrica, de mampostería y dispuesta en hileras. Está rodeada en su base por un contrafuerte de altura variable que se interrumpe en la zona donde quedaba ubicada la escalera por la que se accede al interior. Exteriormente está enlucida de mortero con colorante de color terroso, aplicado en la ultima rehabilitación acometida, que le da un alto grado de integración con el paisaje.

También conocida como el cubo de la Carrera es, junto al Cubo del Cementerio, uno de los restos más relevantes del antiguo recinto. Adosados a la torre quedan restos de muralla, muy pequeños, hoy integrados en el actual urbanismo de la ciudad. La fábrica se compone de mampostería y mortero de cal siendo los compuestos más voluminosos en la base y haciéndose más pequeños según va subiendo la muralla. La piedra es la propia de la zona, con pizarras y esquistos, así como cantos rodados del cercano río de Adra. Tanto la muralla como las torres estaban salpicadas de troneras y saeteras.

Otro resto destacable dentro del sistema defensivo de Adra es el correspondiente al llamado torreón de Don Pablo Moya, situado en la esquina suroccidental del recinto, junto con un trozo del lienzo asociado. Hoy ha quedado completamente encubierto entre las edificaciones del entorno, usándose los restos de la muralla como muros de viviendas posteriores, siendo así difícil su correcta delimitación. La fábrica se compone de mampostería y mortero de cal siendo los compuestos más voluminosos en la base y haciéndose más pequeños conforme va subiendo la muralla. La piedra es la propia de la zona con pizarras y esquistos así como cantos rodados del cercano río de Adra. Todo el conjunto se hallaba enfoscado con mortero de cal, y tanto la muralla como las torres se complementaban con troneras y saeteras.

Arquitectura religiosa

Esta ermita, situada en la ladera sur del Cerro de Montecristo e incluida en la delimitación del BIC Cerro de Montecristo, es un pequeño edificio de planta de cruz latina con portada a los pies de ladrillo en dos cuerpos, coronada por espadaña. Data del año 1680, siendo reedificada en 1715. A mediados de ese siglo fue ampliada por la cabecera, a la que se le añadió el crucero y se cubrió todo su espacio con bóveda de cañón. En su interior se veneran las imágenes de San Nicolás de Tolentino y de la Virgen del Mar, patronos de Adra. Además, se hallan allí importantes restos romanos de las factorías de salazones, pertenecientes al siglo I a.C. Igualmente se documentaron en una intervención arqueológica numerosas lápidas de carácter funerario con inscripciones latinas.

Se encuentra en el interior del primitivo recinto amurallado mandado levantar en 1505 por la reina Juana I, coincidiendo con la concesión de "Privilegios y Exenciones Fiscales". Perteneciente a la diócesis granadina hasta 1957, la primera iglesia, una de las siete levantadas en Las Alpujarras antes de 1530, se reducía a una nave cubierta con armadura y torre a los pies. La actual, de 1530, era de una nave y estuvo dedicado a Santa María de la Encarnación. En 1591 el arzobispo Pedro de Castro decidió su ensanche, acabado en 1599 y consistente en adosarle una cabecera con cubiertas resueltas con bóvedas de ladrillo y sin tejados, para evitar su incendio en un ataque. Destruida en el asalto turco del año 1620, fue reconstruida en 1761. También sufrió importantes daños por un fuerte terremoto en 1804, en especial en el último cuerpo de la torre. A mediados de los años 90 del siglo XX el edificio fue remodelado definitivamente por el arquitecto Nicolás Linares Fernández.

Fundada como mezquita musulmana, fue reconvertida al cristianismo como iglesia de Santa María hasta mediados del siglo XVIII. Incendiada en 1570 por los moriscos, debido a los daños resultantes tuvo que ser reconstruida. De estilo barroco, su construcción se llevó a cabo en dos etapas: la primera a partir de 1750, consistió en levantar el edificio de nueva planta. La segunda etapa es de 1779 y se debe al alarife Francisco de Funes, cuya actividad se centró en la cabecera y el camarín. Tiene planta de cruz latina con una sola nave de cuatro tramos y capilla mayor cuadrada a la que se abren dos capillas laterales y el camarín. Al exterior muestra su torre campanario adosada a los pies y dos puertas, con arcos de medio punto enmarcados por pilastras.

Museos y galerías

Situado junto a la Oficina de Turismo de la localidad, su recorrido expositivo se inicia en la sala de proyección audiovisual 3D, donde el visitante puede conocer el vínculo histórico de la ciudad con el mar y con la pesca. Ya avanzando en su interior, el Centro permite experimentar al visitante el vivo proceso que se genera en torno al mundo de la lonja y de las conserveras, así como conocer parte de la temática local referente a la gastronomía, las tradiciones y los cultos. Además, en el Centro se intercalan piezas originales con paneles informativos, vitrinas y elementos expositivos reales de la pesca y el mar, y también se tiene la posibilidad de aprender a cocinar algunos platos típicos del lugar, como el popular “atascaburras”, mediante un panel virtual

Situado a los pies del Cerro de Montecristo, próximo a distintos palacios levantados por la familia Gnecco en el siglo XVIII, el Museo de Adra, tiene como sede la casa del marqués de Villacañas, rehabilitada para tal fin. Ubicado en la plaza de San Sebastián, junto a la Ermita del santo de este mismo nombre, en su interior se exponen numerosos vestigios, repartidos entre sus seis salas de exposiciones. Cuenta además con un taller para actividades escolares, salas de conferencia y un área destinado a investigación. Desde su patio se puede acceder al Yacimiento arqueológico del Cerro de Montecristo. Este museo hoy es un importante centro potenciador de la ciudad, por la sucesión de exposiciones que acoge en sus salas.

Emplazado en el denominado "Molino de la Villa" o también "Molino del Lugar", debido al pago dónde de ubica. Rehabilitado, alberga en la actualidad la sección etnográfica del Museo de Adra. En sus dependencias superiores se desarrolla el Ciclo del Cereal, mientras que en la zona baja muestra distintos oficios tradicionales, entre los que destaca la talabartería. En su huerto-jardín crecen algarrobos, con cuya madera se fabricaban varias piezas del molino, los tropicales “plátanos del país” y cañas de azúcar, cuyo cultivo llegó a ser el más importante de la Vega de Adra desde finales del siglo XVI hasta mediados del pasado XX.

Espacios naturales

Son dos lagunas situadas en el delta del río Adra. Su origen se remonta a la propia historia geológica del delta, sometido a diferentes intervenciones antrópicas, responsables de modificaciones en el equilibrio erosión-sedimentación en la franja litoral y de la génesis y desaparición de zonas húmedas. A este respecto, en el momento actual existen en el extremo oriental del acuífero dos albuferas relativamente recientes, denominadas Honda y Nueva. Espacio conocido como Albuferas de Adra, está catalogado como Reserva Natural (1989) e incluido en la lista mundial de humedales protegidos del Convenio de Ramsar (1994). La superficie protegida es de 60 ha. corresponde al contorno perimetral de las dos albuferas existentes y a una pequeña orla perilagunar ocupada por vegetación palustre y numerosas especies de aves acuáticas. En el 2015 fue declarada Zona de Especial Conservación (ZEC) por la Junta de Andalucía.

Situada al sur-oeste de la localidad, comenzó a formarse en el año 1911, tras la construcción del Puerto de Adra. Cuenta con 730 m de longitud que discurren paralelamente al Paseo Marítimo de Poniente, inaugurado a su vez en el año 2006. Se encuentra delimitada por el hito creado por el Servicio de Costas en la desembocadura de la Rambla de Bolaños y el final del Paseo Marítimo, hasta el Cuartel de la Guardia Civil; su composición es a base de grava y arena, y cuenta con un nivel de ocupación alta en verano, con oleaje moderado. Dotada de un excelente nivel de equipamiento, posee la Certificación "Q" de calidad turística.

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