Iglesia de San Nicolás de Bari (Alhama de Almería)
En la localidad de Alhama de Almería, el Santo Patrón es San Nicolás de Bari. La iglesia donde se encuentra también recibe el nombre de Iglesia de San Nicolás de Bari.
Descripción
Se trata de un templo mudéjar. Presenta una nave y cabecera diferenciada con una portada de cantería en el lateral del evangelio, con arco de medio punto enmarcado por semicolumnas sobre plintos y remate de entablamento y un segundo cuerpo más pequeño, también con semicolumnas. La torre, de planta cuadrada y fábrica de sillares, se elevan hasta el primitivo cuerpo de campanas, que muestra un vano de medio punto en cada lateral y está rematado por una cornisa de cantería. Sobre éste se sitúa un cuerpo de ladrillo de planta octogonal y tejado a modo de chapitel, recorrido en su base por una baranda de hierro y rematado por una veleta con cruz.
Historia
Sus orígenes se remontan al S.XVI. Los primeros documentos que hacen referencia a la iglesia de Alhama son de finales del siglo XVII. El convento de los Agustinos situado en Huécija fue hasta entonces el principal referente cristiano de esta zona, la Taha de Marchena.
Tras el levantamiento de la población morisca en 1569 con la quema de las iglesias, la iglesia de Alhama se encontraba en ruinas. La situación se debió mantener hasta el año 1672, fecha clave para la iglesia de Alhama, dónde el duque de Maqueda, señor de Marchena ordena que se levante y fabrique la iglesia de Alhama. Se trataba de una iglesia pequeña, de unos 186 m², construida probablemente por Juan del Castillo. El auge del asociacionismo religioso que se produce en el transcurso del siglo XVIII es una muestra del valor que esta sociedad otorga a los aspectos espirituales y religiosos. Ante estas circunstancias queda patente la necesidad de ampliar aquella pequeña iglesia construida un siglo atrás, y de proporcionar al pueblo un lugar de culto más acorde con las nuevas necesidades de una mayor población. Así, el 18 de enero de 1747 se firmaron los documentos necesarios para la restauración de la iglesia. La configuración de la iglesia y su imagen exterior se vieron totalmente modificadas, debido a la ampliación de sus proporciones y, especialmente, a la construcción de su magnífica torre de base octogonal que albergaría las campanas que en 1742 se habían comprado.
La ornamentación original tenía un marcado estilo mudéjar. Este templo, salvo la rapiña de los franceses, era el que existió casi intacto hasta 1936. Un precioso artesonado mudéjar lo cerraban a los vientos. Para entonces el templo se consagró a San Nicolás de Bari. La Guerra Civil convirtió al templo en el mercado municipal, quemando todas las imágenes y ropas litúrgicas, si bien el Archivo pudo salvarse engañando a los incendiarios, que se contentaron con un único libro.
Restauraciones
El mal estado del artesonado mudéjar, unido a las exigencias que se creía pedía el Concilio Vaticano II, obligaron al párroco de aquel momento a llevar a cabo una nueva reforma en 1968. Finalmente el templo, libre de imágenes (excepto la de los santos patronos y el crucifijo), así como retablos, tribunas o púlpitos, se alzó de nuevo sobre una planta de cruz latina, sobria y clara.
En el año 2005, el párroco D. Rafael García Yebra, comenzó una nueva reforma que continuó el siguiente párroco D. Juan José Martín Campos y D. Ángel Beltrán Velasco
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