Clima de Bédar

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Provincia de Almería, en la actualidad, se acerca más a un clima subdesértico que al clima mediterráneo propio de la provincia, dadas las temperaturas elevadas en verano, templadas en invierno y escasas lluvias e irregulares.

Bédar presenta características que se pueden adscribir distintos climas, aunque muy similares todos ellos:

  • Mediterráneo: por sus temperaturas elevadas en verano y templadas en invierno, escasas lluvias e irregulares.
  • Semiárido: por su vegetación arbustiva y por plantas resistentes a la sequía, precipitaciones inferiores a 400 mm, que en el caso de Bedar son inferiores a 300mm. A espaldas de los vientos del Oeste.
  • Subtropical seco: típico de las zonas desérticas. Precipitaciones muy irregulares. La amplitud térmica diaria es moderada, pero la anual es muy pequeña. En el fondo es el clima Tropical Seco pero situado en posiciones de latitudes más altas. Esta característica hace que los centros de acción sean los grandes anticiclones subtropicales, que dominan la mayor parte del año y el Frente Polar, que llega ocasionalmente en «invierno». Así pues, las lluvias en este clima, no se deben a la llegada de aire húmedo ecuatorial sino de aire frío polar.


Temperaturas

Las temperaturas son cálidas todo el año, en torno a los 20 ºC pero con una marcada estación fresca en la que la media de las temperaturas mensuales se sitúa por debajo de los 15 ºC. La amplitud térmica anual es moderada, de unos 20 ºC, entre el mes más cálido y el mes más frío, y la amplitud térmica diaria puede llegar a los 30 ºC.

En verano sobrepasan los 30 grados y en invierno, las temperaturas ese ubican alrededor de los 20 grados centígrados, muy escasas nubes.


Pluviometría

La pluviometría es escasa, siendo de las zonas que menos llueve en España, con menos de 300 mm anuales, y se dan en invierno, cuando llegan las masas de aire polar. Estas lluvias suelen ser torrenciales, del tipo de gota fría, habitualmente, que apenas duran unas horas. Se concentran en otoño y primavera, siendo prácticamente inexistentes durante el estío. Los veranos son largos y calurosos, mientras que los inviernos moderadamente suaves aunque pueden presentar heladas ocasionales. Se trata de un clima permanentemente árido, en el que la evaporación potencial es mucho mayor que los aportes de agua.

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