Pirata Maimono

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Introducción

El pirata Maimono fue un protagonista involuntario en la historia de Almería. Debido a la cruzada cristiana que se organizó para combatirlo, la ciudad de Al-mariya pasó de estar en todo su explendor y ser la capital del Al-Andalus, a iniciar un claro declive y pertenecer primero al Reino Almohade y después al Nazarí de Granada.


Situación histórica

En el año 1135 la ciudad de Al-mariya era la capital del Al-Andalus. La presencia almorávide (1091-1147) se caracterizó por un creciente desarrollo en todos los ámbitos: el urbanismo, las grandes obras, la actividad comercial y artesanal, etc. que tienen un período de máximo esplendor en el siglo XI.

Gran parte del esplendor comercial se debía a que La Ruta de la Seda pasaba por Pechina y salía hacia oriente por el puerto de Mahmala (situado posiblemente en la desembocadura de la Rambla Morales, o bien en la Cala de los Genoveses).

Por este puerto salía un rico comercio de tejidos de seda así como otros valiosos productos. Al-mariya contaba con 800 o 900 telares y su artesanía tenía fama en todo oriente. A la vez que salían productos valiosos también entraban productos procedentes de Alejandría, Siria, Egipto y Norte de África con mercancías como el marfil, oro, canela, azafran, etc.


Biografía

El pirata Maimono era el tío del Almirante de la flota almorávide almeriense. Ambos unidos se hicieron dueños de gran parte de las rutas por el Mediterráneo y otros tramos de costa tanto de la Península como del Norte de África.

Maimono tenía aterrorizada a toda la zona y sólo pronunciar su nombre era motivo de pánico. Sus ataques llegaron hasta lugares como Constantinopla, Sicilia, Génova y Francia. Sus incursiones también le llevaron a Portugal, Galicia y Asturias. Atacaba de modo rápido, saqueba y mataba retirándose, de nuevo, de modo rápido. Dejaba siempre un rastro de muerte y destrucción.

Estos ataques hicieron que varios reinos y condados cristianos se aliaran para intentar eliminar a Maimono. Era evidente que tanto él como los otros piratas provocaban inseguridad y miedo en sus territorios, pero también eran un estorbo para el comercio y, por tanto, para sus economías.

Se creó una alianza en la que participaron pisanos, genoveses, Alfonso VII de Castilla, García Ramírez de Navarra, Ramón Berenguel IV de Barcelona, el Ducado de Faix y Ducado de Montpellier. Estas fuerzas cristianas fueron consideradas como una especie de cruzada.

En realidad cada uno era movído por intereses distintos. A los catalanes y genoveses era el asegurar su comercio marítimo y eliminar, si podían, a un competidor: el comercio árabe de Al-mariya; al Papa Eugenio III promover una cruzada contra los infieles; para otros participar en esta cruzada era evitar ir a Tierra Santa. Pero lo que sí unía a todos era el rico botín que suponía la ciudad de Al-mariya.

La cruzada se inició el día 2 de febrero de 1147. Los genoveses y pisanos fueron los primeros en llegar y fondearon y establecieron sus campamentos junto al Cabo de Gata, Ensenada de los Genoveses, San José y Ensenada de Mónsul, allí esperaron a catalanes y castellanos. Mientras esperaron, tomaron quince galeras y pusieron cerco a la ciudad y al puerto de Al-mariya. El 17 de octubre efectuaron el ataque definitivo, Al-Mariya cayó en su poder y tanto la ruta de la seda y como el floreciente comercia pasó a sus manos.

Al-mariya fue reconquistada diez años más tarde por los árabes, pero ya no volvió a recuperar el esplendor de antaño ni el dominio del comercio en el Mediterráneo. La política depredadora de sus nuevos habitantes fue terrible: la ciudad fue literalmente arrasada, destruyeron la actividad comercial y sus habitantes fueron reducidos a la esclavitud.


Imágenes

Vídeos

Pirata Maimono.


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