La Jairola
Hasta la década de 1970, La Jairola (en Abrucena) fue el lugar de paseo de las parejas y enamorados los domingos por la tarde.
En la estrecha senda que recorre el paraje, se cruzaban durante toda la tarde jóvenes y mayores que disfrutaban de la tranquilidad, aire libre, los olores a distintas frutas (cerezas, peras, etc) y del colorido sobre todo en primavera, además del sonido incesante y el frescor que da el agua que corre por su acequia paralela al camino en su trayecto hacia el pueblo.
Con los años al lado del molino "Saltaero" se habilitó un pequeño bar donde los vecinos disfrutaban de una "merienda" acompañados de algunos frutos secos.
A partir de la década de los 70 esta zona verde entre los huertos y el río dejó de utilizarse como zona de expansión y de paseo y unos años más tarde debido a la inaccesibilidad de la zona, fueron abandonándose poco a poco los cultivos y los huertos de la posiblemente zona agrícola más antigua de Abrucena, puesto que sus huertos son los primeros que reciben el agua destinada al regadío procedente del río.
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