Campillo de Genoveses (Níjar)

Contenido

1 Descripción
2 Geografía
- 2.1 Flora
- 2.2 Clima
3 Puntos de interés
4 Rutas y senderos
5 Mapa
6 Imágenes
7 Vídeos
8 Enlaces externos
9 Referencias

Descripción

Situado al sur de San José, el Campillo de Genoveses es un pequeño valle situado entre la Sierra de Gata y el Mar Mediterráneo.

Geografía

La erosión de la Sierra de Gata a lo largo del tiempo, debido en parte a la acción del barranco de Poyatos y la ramblas de San José, ha creado depósitos sedimentados que conforman el valle del Campillo de Genoveses. Este valle se extiende hasta el mar formando la Ensenada del mismo nombre y se encuentra delimitado al norte por el Cerro del Ave María y al sur por la sierra del Barronal.

Flora

Campos de cultivo

En esta zona se puede observar el aprovechamiento del terreno para los cultivos de cereales (trigo en la época en la que funcionaban los molinos de viento en la zona y cebada en la actualidad). A ambos lados de los caminos que atraviesan esta llanura encontramos bancales de cultivo de cereal.

Pitas o ágaves

Se encuentran campos de esta planta en las zonas más próximas a los cerros y las zonas más agrestes, ya que prefiere terrenos secos y pedregosos siendo altamente resistente a la aridez. El ágave fue introducido masivamente en estas tierras como cultivo en los años 50, para la obtención de fibra de cordelería. También utilizada como linderos en parcelas y casas.

Chumberas

También encontramos una zona de campo de cultivo de esta planta. Se cultiva para la obtención del chumbo o higo chumbo y como hospedador de la cochinilla de la que se extrae un colorante púrpura empleado en la tinción de tejidos y alimentos. También encontramos chumberas siguiendo las líneas de piedras de los balatales (antiguo sistema de cultivo en terrazas sostenidas por muros de piedra) en donde se plantaban a modo de barreras.

Eucaliptos

Se localizan en los márgenes de los caminos.

Coníferas

Se localizan, igualmente, en los márgenes de los caminos.

Clima

La climatología de la zona es una de las más áridas de España, con índices de pluviosidad extraordinariamente bajos, apenas superiores a los 200 mm³/cm² en Cabo de Gata, escasez que se agrava con su irregularidad interanual, llegando a padecer varios años seguidos sin apenas lluvias junto a otros de precipitaciones muy superiores a la media; no obstante la vegetación arbórea, cuando no ha sido destruida, subsiste gracias al suplemento hídrico que aportan los intensos rocíos.

Así pues, aunque se puedan encontrar periodos de gran humedad, es normal que se sucedan etapas de extraordinaria aridez que requieren la instalación de dispositivos hidráulicos (pozos, norias y aljibes) para convertir en regadío la mayor cantidad posible de tierras o para asegurar el agua a las personas que han vivido o trabajado en la finca o al ganado que ramonea por sus campos.