A Bentarique

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Desde el río de Andaráx

se ve una torre muy alta

de donde será esa torre

tan elegante y tan guapa.


Se ve que es un día grande

porque tocan las campanas

y la gente va acudiendo

con sus vestidos de gala.

Y desde el río se oyen

el bullicio y la algazara

y el tronar de los cohetes

y el tocar de aquella banda.


¿A quién le harán esta fiesta?

será a la Patrona Santa

que un año en ocho de julio

el cólera terminaba.


Pues fue un voto que le hicieron

las gentes de aquellas casas

que se quedaron vacías

por esa peste tan mala.


Es un pueblo muy pequeño

sólo tres calles lo alargan

pero por dentro es bonito

tiene la era y la plaza.


El paseo viejo y el nuevo

el Zacatín, otra plaza

el Álamo, las cuatro calles

y en el salitre ya acaba.

Para subir a este pueblo

cuatro cuestas le acompañan

está la cuesta limón

también la del cementerio

está la cuesta la fuente

y está la cuesta de Eugenio.


Este pueblo es Bentarique

allí donde me crié

allí viví de ilusiones

pero de penas también.


Yo de este pueblo me acuerdo

y jamás podré olvidarlo

lo recuerdo con nostalgia

y la nostalgia hace daño.

Este pueblo es muy bonito

este pueblo está en un alto

y desde el paseo viejo

se ve el río allí debajo.


Tiene un paisaje bonito

de parras y de naranjos

y desde allí se ve Terque

como si vieras un cuadro.


Y cuando allí sale el río

la gente lo va cantando

¡El ríooo...que viene el río!

porque el río es fiero y malo.


Porque cuando sale el río

todo se lo va llevando

se mete por todas partes

y todo lo va arrasando.

Y oyes decir a las gentes

que salen allí a mirarlo

¡Mira se lleva las parras,

también lleva algún naranjo!

Ya se mete en la alameda

ya se lleva la argamasa

es que va creciendo más

y se va a llevar las hazas.


En fin dejemos al río

y contemos lo que falta

la posnilla que es bonita

que es donde todos se bañan.


Es como un ojo de mar

redondo como una plata

el agua nace caliente

que da gusto de tocarla.

Y ya que puedo decir

si ya no me queda nada

si ya no hay alamedas

y el río no lleva agua


Como se acaba la vida

las cosas también se acaban

y allí se ven tantas cosas

que tienen abandonadas


A mí, aunque estén así

me alegran de igual manera

pues me recuerdan las cosas

de mi tierna primavera.


Con ilusión y alegría

y con nostalgia a la vez

yo tracé esta poesía

para quien me vio crecer.

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