San Blas (Huécija)

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Santo Patrón de Huécija, sacado en procesión cada 3 de febrero. Cuentra con una gran devoción entre sus fieles quienes cantan el Himno a San Blas durante la celebración de la Santa Misa. Se dice que cura los males de garganta.

Imagen de San Blas en procesión por las calles de Huécija

Vida

Su nombre se dice que procede del latín Blasius, y fue uno de los 14 intercesores. La vida de san Blas ha sido enteramente remodelada por la leyenda. Médico, fue elegido obispo de Sebaste (actualmente Sivas, Turquía); convierte entonces una sencilla caverna en su residencia episcopal. Hombres y animales enfermos acuden a consultarlo, y los cura con un sencillo gesto de bendición.

Un día que el gobernador imperial de Capadocia (en época de Licinio) busca en el bosque bestias feroces para los juegos del circo (donde hace que devoren a los cristianos), ve ante la gruta del santo gran cantidad de osos, leones y tigres, que esperan que Blas haya terminado sus oraciones para consultarlo. Éste es descubierto entonces, detenido y arrojado en un calabozo. Allí continúa haciendo milagros a través del tragaluz de la prisión. Saca de la garganta de un niño una espina de pescado que lo ahogaba. Devuelve a una pobre vieja su cerdo, su única riqueza, que un lobo le había arrebatado; agradecida, la mujer le lleva la cabeza y los pies asados del cerdo a su mazmorra.

Finalmente el gobernador ordena que Blas sea ahogado en un estanque. Pero entonces se ve al santo caminar sobre las aguas; los paganos que intentan hacer lo mismo se ahogan todos. Un ángel pide entonces a Blas que regrese a tierra y sufra allí el martirio. El santo obedece: es colgado de un poste, lacerado con rastrillos de cardar, y después decapitado.

Culto a San Blas

Aunque de origen oriental, san Blas es en Occidente un santo muy popular. Su culto se extendió rápidamente por Yugoslavia y luego por todo el Oriente; en Roma llegó a tener dedicadas más de treinta iglesias. Sus reliquias están por todas partes. Es además uno de los grandes santos curadores, especialmente en lo que se refiere a todas las enfermedades relacionadas con la garganta (alusión al milagro de la espina).

En los países germánicos, su nombre está igualmente relacionado con el verbo blasco, soplar, y es invocado contra las tempestades y los huracanes. Además es el patrón de los cardadores (a causa de su martirio) y de los porqueros (milagro del cerdo devuelto).

Representación de su vida

La vida de san Blas ha sido representada a menudo bajo la forma de un ciclo. Tomados aisladamente, los episodios más corrientes son: Blas domestica a los animales salvajes; la curación del niño ahogado por una espina de pescado; el cerdo devuelto a la anciana pobre; el martirio del santo, desgarrado con rastrillos de hierro, o decapitado.

Atributos

Cerdo, cirios entrecruzados (su fiesta es el día después de la Candelaria, cada 3 de febrero), cuerno (sobre todo en Alemania, como alusión al verbo blaser, soplar), mitra, rastrillo de cardar.

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