Poesias a la virgen
Madre de cielos y tierra
Si pudiera entonar bellas canciones
como cuando era joven
expresando mi amor y sentimiento,
serían como hermosas oraciones
que llegarian al cielo por el viento.
Madre sin pecado eres
porque así te quiso Dios
aceptaste Maria
la voluntad divina.
Esos ojos que nos miran
con dulzura y penetrentes
esa, eres tú Madre.
Eres el brillo más suave de la luna,
la mirada de todas las estrellas,
el alegre tañez de esta campana,
el beso dulce de cariño,
la claridad del sol de la mañana....
Esos ojos que nos miran
con ternura y deslumbrantes
esa, eres tu Madre.
Si unimos el perfume de las flores
con la frescura inmensa de los valles,
la firmeza de las altas montañas
el murmullo de un rio en primavera
la placidez del mar en plena calma....
¡Que bonita es la unión de la naturaleza
es el principio la verdad y la vida
la hermosura que Dios creo!
Unamosnos las criaturas
para querernos,
y juntos, honrar y amar
a la Madre de cielo y tierra.
Dios todo lo recoge y lo conserva
en un tierno corazón
cómo estuche de jade y azabache
así lo sueño, y eres Tú, Madre.....
Noto el deseo de acompañarte
¡acompañame!
Eres el camino puerta y refufio
llévame, llévame contigo Madre....
Esos ojos que nos miran
misericordiosos y vacilantes
eres Tú Madre.
Eres Madre María
nuestra Madre
adbocación de los Remedios
Madre querida
Madre de todos
Madre, Madre...
Te consagro mi ser
{{{descripción}}} |
Virgen de Los Remedios;
gloria de los cielos y reina del universo,
en el misterio de tu Purísima Concepción
recibe.
Entre el incienso y los aromas de mil plegarias,
la oración fervorosa de mi pueblo de Seron
donde aprendo a amarte...
Sé, oh Madre mía,
aurora siempre hermosa
de los limpios horizontes.
Que tu hermosura llene de luz mis ojos,
de la miel de tu nombre mis labios,
mi corazón de la flor de tu cariño:
Pon alientos de santidad en mi pecho,
se faro de mis luchas
en el mar de mis años ya pasados.
Y no permitas
que, pobre y derrotada baje;
nunca olvide el puerto de tu corazón de Madre.
Hoy te consagro
mi corazón de niña
mis ilusiones de joven
mi vida que se apaga
para que tú seas siempre la Reina de mi alma,
desde el amanecer hasta que el ocaso caiga.
Que en este camino
tu mano me lleve,
tu luz me guíe,
tu corazón ne sostenga
oh, Inmaculada Virgen María.
Antes que el mundo engañador me robe
éste tan dulce y filiar te quiero
llévame Madre de los Remedios;
Por favor te pido
¡llévame, llévame al cielo!
ERES PARAMI.....
Eres para mí Maria, ¡Maria de Nazaret!,
la que tiene entre sus brazos
el mejor Hijo nacido
de una sencilla mujer.
Eres luz que da sentido
desde tu Sí de aquel día,
la que se negó a si misma,
nustra realidad más viva.
Nos hicieron verte lejana,
tan perecta, tan divina,
que a veces, nos daba miedo
contarte nuestras fatigas.
Mas tu no quieres coronas
ni más joyas, te las quitas,
desciendes a nuestras miserias
y tú, Madre, las alivias.
Eres torrente de ayuda
de tus hijos, de tus hijas;
¡Maria de los Remedios!
Patrona de nuestra villa.
Eres luz cuando hay tinieblas.
Unión entre las familias.
Muestra el Camino a los jóvenes
¡socórrelos! Sé su guía.
Maria de los Remedios
esperanza en nuestras idas,
te fias y eres amor,
haznos libres estos días.
Olvida nuestro egoismo,
nuestros miedos,
nuestra envidia
y llévanos a Jesus
amor infinito, vida.
Ana María Cano Garcia.
Principales editores del artículo
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- David (Discusión |contribuciones) [1]