Fuente del Huevo (Tíjola)

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La Fuente del Huevo, el rio Bacares y la legendaria Cueva de la Paloma han formado esa hermosa trilogía de lugares primordiales por donde el tijoleño ha buscado y ha encontrado el sosiego y la tranquilidad Si existe un recorrido en la zona próxima a Tíjola que tenga un carácter más interdisciplinar, esto es, que desde diferentes puntos de vista sea interesante, ese es el recorrido que proponemos: subir, desde la ermita de El Salvador, río Bacares arriba, hasta llegar a la conocida como Fuente del Huevo (por aquella costumbre que había antiguamente de subir allí para comerse el hornazo, con su huevo, en la festividad de San Marcos) y de allí subir hasta la parte alta de la Cerrá para volver desde allí hasta el pueblo.

Desde el punto de vista histórico no podemos olvidar que allí estaba asentada la antigua Tíjola (Tíjola la Vieja).Sí, hasta el levantamiento de los moriscos del antiguo reino de Granada, (siglo XVI), bajo el reinado del todopoderoso Felipe II, allí estaba la zona amurallada que ofrecía protección a los antiguos habitantes de nuestro pueblo (Hisn Tágila) El hisn (castillo) estaba emplazado siempre en un lugar elevado en la cima de un cerro poco accesible, y constituido por un sólido recinto que lo circuía, salvo en el caso de que por un lado hubiese un tajo a pico. Solo contenía unas pocas instalaciones permanentes: cisterna para las aguas de lluvia, algún almacén de armas o de reserva de víveres y ciertos alojamientos elementales en los torreones.

Estos moriscos cansados del incumplimiento de los fueros firmados por los Reyes Católicos en las capitulaciones del Alto Almanzora, (7 de Diciembre de 1489), 80 años más tarde iniciaron una sublevación en todo el Valle del Almanzora, adheriéndose ( con un año de retraso) a la rebelión que en 1568 había estallado en las llamadas Alpujarras, Sierras y Marinas. Como era de esperar, la represión fue brutal, para ello el Rey dispuso que los tercios mandados por su hermano Don Juan de Austria aplastaran la sublevación. Sus órdenes fueron obedecidas con creces; el castillo de Tíjola fué sitiado el 11 de marzo de 1570 y conquistado el día 24 de ese mes, después de tres días de fragoso combate, utilizándose incluso artillería (aún se pueden apreciar impactos en algunos restos de muros). De esta hazaña se conserva carta de D. Juan de Austria a su hermano Felipe II, en el que narra cirscunstancias de la aspereza y dificultades del lugar. Los defensores del castillo de Tíjola, aprovecharon el mal tiempo que reinaba para huir de noche por la Sierra a Bacares, a Purchena y atravesaron el Almanzora hacia el norte; siendo muchos alcanzados y muertos. La página final de Tíjola morisca se escribió durante la Semana Santa de 1570, en la que el ataque duró desde el Miércoles Santo hasta el Viernes Santo, (22 a 24 de marzo), mientras tanto, hubo carnicería tras carnicería, ahora bien, no se llegó a capturar a todos los ocupantes del castillo. Decretose el éxodo (la limpieza étnica como se denomina hoy en día) de todos estos moriscos y trayendo gente de la zona de Valencia y Marquesado de Villena para repoblar nuestro pueblo que pasaría a ocupar su actual emplazamiento, quedando abandonado el enclave de la Cerrá.

Esta búsqueda de minerales fue una constante hasta comienzos de este siglo pues las numerosas cuevas y galerías de la Cueva de la Paloma son excavaciones hechas para la extracción del mineral, mas vuelve a ser el período islámico cuando los objetos fundidos en hierro, plomo, cobre o bronce proporcionan una interesante información sobre el tratamiento del mineral efectuado posiblemente en el mismo recinto amurallado

Pero es desde el punto de vista geológico (y esto está relacionado con la minería) donde estos parajes adquieren una espectacularidad sobrecogedora. La evolución tectónica de esta zona interna de la Sierra de los Filabres durante la orogenia alpina (Eoceno y Oligoceno, es decir, hace entre 40 y 58 millones de años) tiene un carácter muy complejo.

El río discurre por un camino que se ha excavado él mismo entre estratos verticales de sedimentos calcáreos y caliza y que se plegaron en un gran anticlinal abombado que ha derramado su cobertera hacia el norte, que después se fracturaría, aprovechando la corriente de agua una falla producida entre varias diaclasas enormes. Por eso las paredes son muy verticales y planas, y en ciertas zonas se ven perfectamente los estratos verticales, algunos de ellos más potentes que otros, e incluso algunos fracturados y con miles de micropliegues. Es de suponer que la corriente erosionaría algunas de las capas más débiles formadas por conglomerados que se disgregan con facilidad.

Por discurrir entre paredes tan verticales, encajonado, las rocas calcáreas son como esponjas que almacenan parte del agua y el río crea un microclima en toda la zona que incluso en los meses más secos mantiene una flora en la que predominan cada vez más las adelfas y las zarzas.

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