Fiesta del 18 de julio (Almócita)

De Almeriapedia
Saltar a: navegación, buscar

El día 18 de julio fue fiesta nacional en España desde el 1936, año del alzamiento del ejército que provocó la Guerra Civil, hasta 1979, con la llegada de la democracia, momento en que desapareció. Sin embargo, la costumbre de muchos años hace que algunos personas mayores se resistan a perder la tradición, y siguen celebrándola.

Esta fecha se tomó durante esos años en una referencia dentro de la Historia de España: en cada ciudad o pueblo por pequeño que fuera había una calle, un colegio, un hospital, una plaza avenidas, e incluso barrios con el nombre “18 de Julio”, y se hacía constante alusión para reforzar discursos y artículos.

Celebraciones

Se instituyó oficialmente en toda España una paga extraordinaria para todos los trabajadores, a la cual se llamó paga del 18 de Julio. Además, se celebraban con numerosos actos conmemorativos y festivos en todo el país: una Misa, a la cual acudían todos los altos cargos del momento con decoraciones y galas, desfiles militares, tocaban las bandas de música, y programas de radio y televisión, cuando empezaron a funcionar en España.


Celebraciones y costumbres en Almócita

En los pueblos de la Alpujarra de Almería, las costumbres eran muy similares: se hacían algunos actos en el ayuntamiento ese día, aprovechando la fecha para homenajear a antiguos alcaldes o concejales, comunicaban los proyectos de beneficio para el pueblo...

La gente joven, las familias y amigos se reunían para comer y beber en el río, en el nacimiento de Laujar, en las Canales de Padules o en la fuente de los Naranjos de Almócita... Preparaban conejos y chotos, además de bebida. Trasportado mediante burros, los capazos albergaban todo lo que se necesitaría durante la jornada festiva, tanto alimentación como utensilios y otros elementos de cocina. Para todo el que se uniera al grupo se preparaba ponche o sangría, a la que añadían las frutas que cogían al paso: manzanas, peras o cerezas que se colocaban dentro del agua para que se mantuvieran frescas.

Se bañaban en el "banzao, que era una presa que hacían en medio del río para canalizar el agua. El embalse tenía algunos años y era de unos tres metros de profundidad. Después de comer descansaban en las alamedas y hacían juegos hasta que caía la tarde, cuando regresaban al pueblo.

Después, se arreglaban y acudían al baile, que se hacía con un tocadiscos o algún acordeón y así despedían el 18 de julio, hasta el año siguiente.

Principales editores del artículo

Valora este artículo

3.5/5 (6 votos)