Domingo de Resurrección (Tíjola)
Al alborear el día, el pueblo congregado en la Iglesia Parroquial, se dirige en procesión con las imágenes de la Virgen Dolorosa y San Juan, hacia un lugar preparado con símbolos de la naturaleza, adornado con palmeras y plantas aromáticas. Las imágenes van vestidas de riguroso luto. La comitiva solemne va acompañada por música fúnebre. Durante el trayecto los costaleros se detienen en varios lugares (ante una cruz vacía, ante la imagen de San Juan que "ignora el paradero de su Maestro", así como ante Maria Magdalena). La búsqueda termina al llegar al Sepulcro. "El Señor no está muerto". Todos buscan la imagen de Jesus Resucitado que tradicionalmente ha sido custodiada por los jóvenes del pueblo (en la actualidad es custodiada por los Hermanos de la Escuela de Cristo), en un lugar que no se conoce, hasta que se le encuentra. Entonces los Hermanos presentan la imagen de Jesus Resucitado adornada con ramas verdes. En ese momento comienza el segundo periodo después de cambiarle a la Virgen su manto de negros encajes por uno blanco, como expresión de alegría por la Resurrección y Encuentro con su Hijo. El espíritu de la Procesión cambia, las imágenes son llevadas en volandas al compás de la música, ahora bulliciosa y alegre.
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