Central de Teléfonos y Telégrafos de Tabernas
La Central de Teléfonos y telégrafos de Tabernas se inauguró en el año 1933 siendo el secretario del Ayuntamiento D. Juan Company Ordoño, y la encargada de la centralita Dolores Plaza García .
En la central Telefónica sólo había un locutorio con un teléfono para servicio al público. Además había otro en la centralita para la encargada, quien a través de Almería se ponía en contacto con la persona que se quería hablar.
Las personas del pueblo no conocían el funcionamiento del teléfono porque hasta entonces no había existido ninguno. Por este motivo la gente tenía miedo de coger el auricular para hablar.
El medio de comunicarse con personas del pueblo era a través del aviso de conferencia con quien se quería hablar dentro del casco urbano. También se recibían por teléfono los telegramas privados y oficiales que se pasaban por escrito al destinatario, siendo este servicio gratuito igual que los avisos de conferencia.
Los telegramas oficiales que iban dirigidos a la Guardia Civil se recibían cifrados, es decir, a la encargada de la Central le comunicaban números por teléfono que ella escribía en un impreso de telegrama, lo cerraba y lo mandaba al cuartel, y una vez allí los descifraban.
Los telegramas admitidos se tasaban y cobraban por palabras.
En el año 1936, durante la Guerra Civil Española, los telefonistas de las Centrales de Málaga y Granada, huyendo de dicha guerra, llegaron a Tabernas buscando refugio y se instalaron en la casa particular de la encargada de la Central de Teléfonos de Tabernas, lo que provocó situaciones de necesidad debido a que se vieron obligados a dar cobijo y alimentos a todos los refugiados.
En el año 1942 o 43 la conferencia de tres minutos con Almería era de 0,80 pesetas los 3 minutos.
El primer teléfono que se instaló a domicilio fue aproximadamente en 1939 o 1940 al Aeródromo militar donde había un destacamento de 3 o 4 soldados, que luego quedó en un solo solo militar.
Pasados varios años se instaló el segundo teléfono a domicilio en casa del Celador de Telégrafos (que era el encargado de arreglar las líneas de telégrafos en caso de averías).
En 1962 se empezó a instalar teléfonos privados a domicilio. En esa fecha llegó a 30 abonados la central que continuaba siendo manual, es decir, para llamar había que seguir comunicándose primero con la Central de Tabernas que era la que comunicaba con el número deseado, o poner un aviso de conferencia a la persona en caso de que esta no tuviese teléfono.
La tardanza desde que se solicitaba una llamada hasta que se podía establecer solía ser de una a tres horas.
Continuó aumentando el numero de abonados siendo por los años 60 el precio de la conferencia a Almería de 10 pesetas los tres minutos.
Por llegar a la edad reglamentaria pasó la encargada de la Central a la situación de jubilada cesando como encargada del centro telefónico.
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