Caso Gabriel Cruz
El Caso Gabriel Cruz u Operación Nemo hace referencia en España a los sucesos relacionados con la desaparición del niño Gabriel Cruz Ramírez, la tarde del 27 de febrero de 2018 en la localidad almeriense de Las Hortichuelas, y su asesinato en una finca familiar próxima a la localidad de Rodalquilar, ambas en el municipio de Níjar.
El menor, de tan solo ocho años de edad, desapareció en el trayecto entre la casa de su abuela paterna y la de unos familiares, que dista unos cien metros —treinta segundos—, siendo su paradero desconocido durante los siguientes doce días. Se estableció un dispositivo de búsqueda en el que participaron más de 5000 efectivos, entre ellos 3000 voluntarios y 2000 profesionales, convirtiéndose así en la mayor búsqueda coordinada de un desaparecido en la historia de España.
El hallazgo de su cadáver se produjo el 11 de marzo en el maletero del vehículo de Ana Julia Quezada, que por entonces era pareja del padre del menor. Previamente la autora confesa del crimen había desenterrado el cuerpo del niño en una finca propiedad de la familia paterna en Rodalquilar, donde supuestamente tuvo lugar el asesinato el mismo día de la desaparición; lo introdujo en el vehículo y se dirigió a su vivienda de La Puebla de Vícar, en cuya puerta del garaje fue detenida por la Guardia Civil, que le venía siguiendo desde tiempo atrás.
La investigación del caso condujo a la realización del juicio durante el mes de septiembre de 2019. El jurado popular concluyó que la autora confesa era culpable de asesinato. La sentencia dictada por la Sección Segunda de la Audiencia de Almería condenó a la acusada a la prisión permanente revisable por el asesinato y a una pena suplementaria de ocho años y tres meses más por dos delitos de lesiones psíquicas y dos contra la integridad moral en cada uno de los padres del menor.
Repercusión
El caso de Gabriel Cruz causó una gran conmoción en la sociedad española. Dos días antes de la aparición de su cuerpo sin vida, se produjo una importante manifestación en Almería capital para pedir el regreso del menor. Sus padres declararon que a Gabriel le encantaban los peces, que le gustaba dibujarlos y de mayor quería ser biólogo marino, y desde entonces el símbolo de un pececillo llenó las ventanas, colegios, centros públicos y redes sociales de todo el país en su apoyo.
Bibliografía
- Wikipedia
Principales editores del artículo
- Carlosrs (Discusión |contribuciones) [2]
- Schumi4ever (Discusión |contribuciones) [1]