La Cala de San Pedro se encuentra a unos 4 kilómetros de la barriada nijareña de Las Negras.
La playa es de aguas cristalinas y tranquilas siendo un paraiso para el buceo donde podemos encontrar abruptos fondos rocosos a ambos lados de la cala, en donde habitan majestuosos meros y grandes praderas de poseidonea en el centro, además, se puede hacer piragüismo y otros deportes.
El atractivo de esta playa reside en su estado salvaje. No es posible acceder a la misma si no es por un sendero que viene desde las Negras, tardando algo más de una hora en llegar.
Las tranquilas aguas y la calidad de playa nudista, además de el hecho de no tener acceso en coche la han convertido en el lugar donde se asienta una pequeña comunidad hippie.
No está permitido acampar, pero es frecuente en la estación estival ver, de manera indiscriminada tiendas de campaña a lo largo de toda la orilla de la cala lo que dificulta su disfrute.
En los últimos años, y a pesar de los esfuerzos de la comunidad hippie, se ha degradado la cala y todo su entorno de una manera importante, debido a nuevos complejos urbanísticos en la barriada de Las Negras, así como del uso indiscriminado de lanchas que hacen el trayecto de Las Negras a la cala de San Pedro, lo cual hace aumentar considerablemente el número de visitantes y las agresiones en esta parte del parque natural del cabo de Gata. A esto hay que añadir la instalación de dos establecimientos alegales a modo de chiringuitos sin ninguna garantía sanitaria ni de salubridad, afectando al valor paisajístico y natural de la cala de San Pedro. La instalación de letrinas en el entorno de la cala ha provocado un foco de contaminación que puede afectar a la calidad del manantial natural, así como a las aguas de baño de la propia cala.
