Abrucena "ayer y hoy"
- Pepa Azor
Es sorprendente el “cambiazo” que ha dado Abrucena en cuarenta y cinco años. Llegué aquí un 18 de Agosto de 1962. La carretera, de chinorros, una fuente en la Plaza, una gente lo mismo en la Vega, que era mi destino, que en el pueblo: EXTRAORDINARIA.
Nunca pensé que pudiera vincularse mi vida tanto a este pueblo. Era mi primer destino definitivo: en la Vega de Abrucena, un OASIS.
Recuerdo las Fiestas de 1963, un camino lleno de tierra por la Cuesta de los Benitos. Había mucha gente en la Iglesia y oimos la Misa en el Coro. Fue interesante conocer a unas amigas, en el huerto de las cerezas...
La fiesta nocturna en la plaza
La orquesta era el tocadiscos del Tio Juanico el de los helaos. De vez en cuando lo paraba y había que consumir helados sin apetecerlo porque si no ...no había música. Empezaba “El Dúo Dinámico”. Pero se vivía ese ambiente de hospitalidad que nunca he olvidado, quizá porque es el mismo que aún continúa en este pueblo. Me sentí muy dentro de estas gentes, primero en los seis años que estuve en La Vega. Conocía todos los cortijos, las fuentes, la vida de todas las familias con sus momentos buenos y no tanto... Por muchos años que pase siempre estarán esos en mi “disco duro”.
Se hecha de menos en el pueblo la juventud. Cuando vine en 1968 había en el Colegio cien niños más que hoy,(muchas parejas jóvenes no viven aquí porque no hay horizontes para trabajar), pero se sienten unidos a su Abrucena, a la que visitan todos los fines de semana.
No se si con esto hay ya bastante para explicar algo de los sentimientos que me unen al “ayer” y al “hoy” de Abrucena.
Solo sé decir que “amo esta tierra”, aquí he trabajado 39 años y he criado a mís ocho hijos.
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