Noche de los Álamos (Suflí)
La noche de los álamos comienza a las doce en punto del sábado santo. En este momento, celebrando la resurrección de Jesús, se quema en la plaza una gran traca de fuegos artificiales. Poco después, celebrada la misa, el pueblo de Suflí se dirige a un lugar de la inmediata huerta donde previamente los quintos han talado un gran álamo que ofrecerán al cielo como muestra de alegría y júbilo. Toda la población de Suflí se reúne entonces bien entrada la noche en ese lugar de la huerta próxima o del río, desde el que comenzarán el transporte manual coordinado y conjunto del citado álamo (o álamos) cuya meta es la plaza del centro del siempre elevado pueblo. El periplo con el mencionado álamo transcurre a través de las tradicionales estrechas calles moriscas del pueblo, y se adereza con la quema (continuada o intermitente) de las famosas carretillas de fuego de Suflí (fabricadas en el pueblo de manera artesanal de generación en generación).
Una vez en la plaza se procede a replantar el álamo en el suelo de cemento del pueblo y a ponerlo de nuevo (manualmente) en pie. Por último, como colofón del acto, se quema indiscriminadamente el resto de carretillas que todos los participantes tienen en su poder.
El nuevo día del domingo santo amanece con un panorama poco usual en la plaza: todas las fachadas tiznadas de pólvora y uno o varios grandes árboles sembrados entre adoquines.
Vídeos
| video de las carretillas de Suflí |
| los quintos con el álamo en Suflí |
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