Nochebuena en Suflí
Es tradicional que la noche del 24 de Diciembre los niños y jóvenes del pueblo salgan a las calles a pedir por las casas el llamado "aguilando" o "aguinaldo" cantando los populares villancicos cuyo origen se sitúa en la Edad Media.
Para ello utilizan (además de la voz propia, que es el instrumento natural primordial) panderetas, zambombas, botellas de cristal (especialmente de anís), e incluso ruidosas matracas.
La letra del más celebrado de estos villancicos dice: "A esta casa hemos llegado/ cuatrocientos en cuadrilla/ si quieres que nos sentemos/ saca cuatrocientas sillas/ y agacha la rama/ y coge limones/ y dale a la virgen/ de los más mejores" y concluye con la pregunta : "¿nos da usted el "aguilando"?" que si no se responde o si se responde con un "no", hace que los niños y los jóvenes repitan el villancico hasta obtener el resultado que merecen.
Posteriormente, una vez que se ha completado el paseo por todas y cada una de las casas del pueblo, se reparte entre todos por igual los mantecados, polvorones, higos secos, pasas, trozos de turrón y algunas monedas pequeñas que se ha ido obteniendo en la fiesta (las copas de mistela o anís se reservan, por supuesto, para los mayores que se animen a participar). El origen de este acto era la conmemoración del nacimiento de Jesús, el cual, como es sabido, fue tremendamente humilde, y cantando estos villancicos se iban solicitando las limosnas con las que hacer regalos bonitos a la Virgen María, madre del Señor.
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