Dos alineaciones montañosas: el Cerro del Romeral -a la izquierda- y el Cerro de la Molata -a la derecha-, delimitan este gran valle abierto al mar por el Playazo de Rodalquilar.
La playa representa la única porción de cierta horizontalidad de los alrededores, accediendo a ella por una pista de tierra que viene de Rodalquilar.
Este recorrido permite apreciar los antiguos molinos y torres defensivas como el Castillo de los Alumbres, así como, los numerosos cortijos que se están dispersos camino al mar.
Al llegar a la playa nos encontramos ante una sucesión de arenas y gravas de unos 800 m.
Su dotación de servicios es inexistente, hasta el año 2.011 había unas cuantas papeleras pero en ese año se puso en marcha una campaña que ha obtenido un gran éxito denominada "tú te lo traes, tú te lo llevas" ha conseguido que los bañistas depositen directamente su basura en los contenedores de basura que se encuentra cerca de la explanada que se usa como aparcamiento.
El aislamiento de la zona favorece el uso naturista del mismo que se compatibiliza con el modo tradicional.
Sobre un cercano espolón rocoso encontramos el Castillo de San Ramón; edificación defensiva que tuvo la difícil tarea de defender estas costas de las numerosas incursiones berberiscas y turcas que utilizaban el Playazo como idóneo fondeadero natural donde anclar sus naves durante la rapiña.
