Día de los Santos (Pulpí)
Los días anteriores al Día de los Santos se va al cementerio a limpiar las tumbas de los familiares.
Es un día muy señalado, antiguamente en este día toda la vecindad subía al cementerio para oír al sacerdote dar los responsos que por entonces se cobraban a una peseta.
Los responsos eran rezados en cada panteón a petición de los dueños. En aquella época se ponían pocas flores frescas a nuestros seres queridos, las flores casi siempre las criaban en sus casas, en sus puertas o jardines. Los mozos y mozas celebraban esta fecha por la noche juntándose para comer castañas y boniatos asados, jugaban a las cartas y a los hoyos, tapaban los hoyos con cañas para reírse un rato y jugaban a la comba; algunos alumnos recuerdan que tomaban un trago de vino de vez en cuando en el porrón para pasar las castañas. Recuerdan que se ponían vasos con aceite y se encendían mariposas en las casas y en el cementerio para darles luz a las almas desaparecidas.
La víspera del día de los Santos tocaban las campanas toda la noche e iban pidiendo con el guisopo bendecían la casa. El cura era el que bendecía el agua y los niños recogían dinerillo para comprar las castañas y asarlas, las cuales eran regaladas por los novios a las novias.
Actualmente dos o tres días antes del día de los Santos se va al Cementerio, se limpia el Panteón u se colocan flores frescas. El párroco dice Misa a las 12 de la mañana y a las 4 de la tarde que se hace en el Cementerio, se reza el Rosario dedicado a los difuntos.
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