Rutas de senderismo (Bédar)

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Unos de los mejores medios para conocer y disfrutar de la naturaleza de Bédar es recorrer nuestras rutas. Con más de 50 kilómetros que podemos disfrutar a través de senderos a pie. Algunas de ellas transcurren por antiguos trazados de ferrocarril minero rodeados siempre de naturaleza viva, cubierta de almendros, naranjos y alguna ruina ya dormida que nos habla de nuestro pasado minero. Podemos decidir entre pequeños paseos o bien a atrevernos a recorridos más largos dentro del territorio municipal, ya que estas rutas forman un circuito natural entrelazado. A continuación daremos a conocer algunas de estas rutas ya formadas o bien completadas en este presente año 2009 con la ayuda del taller de empleo EL ENEBRO.

RUTA "CULTURA ÁRABE DEL AGUA".

“Caminando bajo algarrobos”

Datos relativos al sendero.

TIPO DE SENDERO: Pequeño recorrido. Es un sendero sin mucho desnivel y muy fácil y agradable de recorrer. NOMBRE: Ruta “Cultura árabe del agua”. POBLACIÓN: Bédar ( Almería ). INICIO Y FIN: Iniciaremos la ruta en el cruce de Bédar hacia Lubrín y terminaremos en el mismo punto. JUSTIFICACIÓN ( HISTORICA Y MEDIAMBIENTAL ): En cuanto al valor histórico, destacaremos la iglesia del siglo XVI, así como el casco urbano de Bédar que conserva la típica planta árabe. Pero sobre todo las pinturas que se encuentran en la Balsa Alta datadas recientemente en el siglo XI. Además, el objeto de esta ruta, son los distintos elementos que forman parte del sistema de regadío que implantaron los árabes a su llegada a nuestra tierra y que además todavía hoy y con ligeros cambios y modernizaciones se sigue utilizando. Del valor ecológico podemos resaltar las cuidadas y verdes huertas, así como la diversidad de vegetación que podemos encontrar, también hay que destacar los magníficos algarrobos que encontramos a lo largo de la ruta, algunos de un porte verdaderamente asombroso. En cuanto al valor paisajístico destacaremos las magníficas vistas que nos acompañarán en todo el recorrido. Si tenemos la fortuna de que estén regando en el momento de realizar la ruta es un verdadero lujo recorrerla con el constante rumor del agua andando bajo algarrobos y entre la gran variedad de planta que podemos encontrar. TITULARIDAD DEL CAMINO: Público. Utiliza los estrechos senderos que servían y sirven para comunicar las zonas de huerta con las balsas y acequias que las abastecían de agua. LONGITUD: 7 kilómetros aproximadamente. DESNIVEL: Desde los 406 a los 483 m. HORAS DE AMRCHA. Poco más de dos horas. DESCRIPCIÓN DEL SENDERO: Iniciaremos la ruta en el cruce de Bédar hacia Lubrín, nos internaremos por la calle que entra en la población dejándonos a la derecha la carretera que se dirige a Lubrín. Circulando por sus cuidadas calles de adoquines rojizos descubriremos un mirador con la estatua de un minero que hace honor al pasado del pueblo, con unas vistas magníficas de Sierra Cabrera, el mar y los pueblos de la comarca (Los Gallardos, Turre, Mojácar, Garrucha, Vera,...), éstas vistas las podremos disfrutar gran parte del recorrido. Pronto llegaremos a la Iglesia Parroquial de Sta. María de la Cabeza, construida en el siglo XVI en honor a la patrona de la localidad, continuaremos hacia la Plaza de la Constitución frente a la cual se encuentra el ayuntamiento que dejaremos a la derecha para salir del casco urbano. A la salida del casco urbano deberemos girar hacia la derecha tras lo cual encontraremos una pronunciada cuesta que nos lleva a la fuente temprana (“albaquita alfaguara”) donde podremos refrescarnos antes de empezar nuestra ruta. Podemos comprobar la utilización del agua que se hacía: en primer lugar salía por unos caños desde los que se podía llenar para huso humano, de ahí pasa a unos pilares que servían de abrevaderos a los animales, posteriormente pasaban al lavadero de ropa que se encuentra restaurado y por último llegaba a una balsa donde se almacenaba para regadío. En el entorno de la fuente se puede ver un algarrobo centenario, chopos, así como diversos árboles típicos de las huertas (naranjos, limoneros, granados,...). A continuación continuaremos por la pista hormigonada que sale a la derecha de la fuente, y nos desviaremos casi en lo alto de la cuesta otra vez a la derecha por un estrecho sendero que aparece justo al lado de una casa con una verja, lo seguiremos en dirección Noroeste. Comienza poco después a discurrir paralela al sendero una acequia que pocos metros después parece seguir una dirección distinta, sin embargo si continuamos por el sendero siempre en subida comprobamos que se vuelven a reencontrar, una vez hecho eso seguiremos en dirección Norte primero y noroeste después hasta llegar a la “Basalta”. Justo detrás de esta balsa se encuentran las ruinas de la originaria y que poseen unas pinturas recientemente datadas en el siglo XI. Podemos ahora internarnos siguiendo la acequia que lleva el agua a la balsa y que discurre a un metro bajo nuestros pies, encontraremos aquí un rincón bastante hermoso y más propio de lugares húmedos con un chorro de agua que es el que recoge la acequia y con una vegetación muy densa que hace que podamos disfrutar de una sombra muy agradable, sobre todo en verano. Para continuar la ruta debemos volver sobre nuestros pies y continuar sobre unas rocas y bajo unos algarrobos frente a las pinturas dirección Norte, una vez pasado bajo los algarrobos descubriremos otra vez el sendero y llegamos frente a una casa, pasaremos delante de ella a la izquierda donde encontramos una nueva balsa denominada “la pecera” y unos metros detrás el nacimiento de agua que abastece a la Basalta y a la Pecera, por la que pasamos hace poco. En dirección Este se alza un cerro donde se encuentran las ruinas del “Castillico de los moros”, apenas apreciables,así como alguna encina suelta. Volvemos sobre nuestros pasos hasta la casa donde seguiremos en dirección Norte por la senda de la izquierda junto a una pequeña caseta, esta senda se encuentra bien diferenciada y aunque es muy estrecha apenas crece la vegetación debido a su uso. Poco después el camino se bifurca y aparece un ramal que baja, sin embargo, continuaremos dirección Noroeste pasando debajo de una casa y poco después encontraremos de nuevo otra acequia con un tubo alojado en su interior que nos llevará a otra balsa, ésta es la balsa de “Los Chorraores”, pocos metros más adelante se encuentra otra mina, denominada mina de “los Chorraores”, y que abastece a esta pequeña balsa, así como a la de Jamontar. Seguiremos ahora el sendero que parte a la derecha de la mina y que nos conducirá a la balsa de Jamontar, en estos momentos vallada. De esta balsa salen dos acequias, una al frente dirección Noroeste y otra hacia abajo dirección Este. La ruta transcurre por la primera, sin embargo, merece la pena recorrer unos doscientos metros para poder observar un ejemplar de algarrobo realmente espectacular, con un tronco de más de 6 metros de perímetro, para verlo sólo basta seguir la acequia que baja en dirección al pueblo y a 100 metros lo podemos encontrar. Como decíamos, después de la balsa de Jamontar sólo basta seguir la acequia en la dirección antes indicada, así llegaremos a la carretera que une Bédar con Lubrín, llegaremos a una curva con forma de “C”, y en la parte superior debemos saltar la valla quitamiedos, allí descubriremos de nuevo la acequia y la volveremos a seguir, encontraremos después otra balsa y continuaremos la acequia que sale de esta balsa dirección Norte hasta llegar a un giro brusco de ésta a la derecha junto a otro gran algarrobo, este punto es fácil de identificar debido a que en dirección Norte la acequia y ano es de cemento sino de tierra, como decía giramos bruscamente a la derecha y encontramos otra balsa con los peldaños de losas de piedra flotantes. Volvemos a seguir la acequia y pasamos junto a un cortijo viejo junto al que hay otra balsa de nueva construcción. Poco después pasaremos muy pegados a la fachada posterior de una casa nueva y a la derecha 25 metros después encontramos una carretera asfaltada que nos llevará a Bédar girando a la derecha. La seguimos hasta llegar al punto de inicio.

RUTA “ EL PASADO MINERO “

Datos relativos al sendero.

TIPO DE SENDERO: Mediano recorrido. NOMBRE: Ruta “ El pasado minero” POBLACIÓN: Bédar ( Almería ). INICIO Y FIN: Iniciaremos la ruta junto a la ALP-117 antes de llegar a Bédar junto al descargadero de mineral y terminaremos en el mismo punto puesto que volveremos sobre nuestros pasos. JUSTIFICACIÓN (HISTORICA Y MEDIOAMBIENTAL): En cuanto al valor histórico, destacaremos el cargadero de mineral de los tres amigos, bien catalogado por la junta de Andalucía. También encontramos una impresionante tolva, y un gran número de edificios testigos del pasado minero de Bédar y representativos de la arquitectura industrial de principios del siglo pasado. Del valor ecológico podemos resaltar varios pinares que encontraremos en el sendero, así como el barranco Baeza con una gran variedad de vegetación. En cuanto al valor paisajístico destacaremos las magníficas vistas que nos acompañarán en todo el recorrido, especialmente en el citado barranco Baeza con una espectaculares vistas. TITULARIDAD DEL CAMINO: Público. Utiliza una parte del antiguo trazado de ferrocarril, una pista de tierra y un tramo de rambla. LONGITUD: 14 kilómetros aproximadamente. DESNIVEL: Supera un desnivel que va desde los 268 hasta los 193 metros. HORAS DE MARCHA: A pié el sendero se recorre en dos horas y media-tres aproximadamente. DESCRIPCIÓN DEL SENDERO: Iniciaremos la ruta en una explanada que hay junto a la estación de carga de los Tres Amigos , que como se menciona anteriormente fue inscrito en el catálogo general de bienes de la Junta de Andalucía en el año 2004, éste es bien visible desde la carretera ALP-117. Una vez vista esta edificación nos dirigiremos hacia el norte por la pista que sale junto al cargadero y pocos metros después deberemos continuar por la rambla, pasaremos bajo un antiguo edificio destinado a las oficinas de una de las compañías minera, justo al pasar bajo este edificio la rambla se bifurca y deberemos continuar por la derecha entre dos muros de piedra, continuamos rambla arriba y nos desviamos hacia la derecha para cruzar la carretera ALP-117, tras cruzar la carretera continuaremos por la pista de tierra y poco después tomaremos la de la derecha que nos llevará a la impresionante tolva embudo que también servía como cargadero de mineral, y a la que las fotos no hacen justicia, existen también otras infraestructuras de las minas. Volveremos sobre nuestros pasos hacia el cargadero de mineral y continuaremos hacia la derecha por el camino asfaltado por el que entramos a la explanada sin desviarnos unos trecientos metros aproximadamente hasta llegar a un punto en el que el camino se hace privado. Aquí seguiremos la pista de tierra que sale a nuestra derecha y que llevará poco después al trazado de la antigua vía minera que distinguiremos sin ningún problema a nuestra izquierda, ésta posee pocas curvas y poco desnivel. Posteriormente encontraremos el túnel del Selvalico que debemos o bien atravesar, o bien bordear por un lado derecho. Conviene llegar una linterna pues el suelo es bastante irregular y el túnel es lo bastante largo como para que vayamos un buen rato sin ver donde pisamos. Posee aproximadamente 200 metros de largo. Tras pasar el túnel del Selvalico encontramos un cruce de pistas aunque nosotros seguiremos todo recto, poco después a nuestra izquierda comenzarán diversos cultivos (olivos en primer lugar, naranjos, y por último bancales destinados al cultivo de hortalizas), pasaremos además entre dos trincheras excavadas para evitar desniveles en la vía. Poco después, encontraremos a nuestra derecha un edificio que estuvo destinado a guardar la locomotora y cruzaremos sobre un puente del trazado viario, tras una curva en la pista encontraremos una bifurcación a la derecha que no seguiremos y unos metros después otra a la izquierda que tampoco. En este punto comenzamos la bajada al barranco Baeza, la vista es impresionante y además de pinares, podemos contemplar antiguas plantaciones de olivos a lo lejos y a la derecha, así como múltiples ruinas, escombreras y oquedades, restos de las distintas explotaciones mineras que allí se dieron para extraer el hierro. Notaremos también el color oscuro de la tierra que indica los sitios donde se encontraba dicho mineral. Continuaremos este camino de tierra sin desviarnos por otro que sale a la derecha cien metros después de empezar la bajada que nos desviaría de nuestro trayecto. Una vez llegamos hasta el barranco podemos continuar por la pista de tierra que nos llevará hasta el pozo que abastece de agua al municipio de Bédar lo que nos llevará unos 15 minutos más entre la ida y la vuelta, una vez realizada una merecida pausa en cualquier sombra que encontremos volveremos sobre nuestros pasos.

RUTA “LA SEÑORA”

Datos relativos al sendero.

TIPO DE SENDERO: Mediano recorrido. Es un sendero de dificultad alta debido a que no trascurre por caminos ni senderos, además hace falta atravesar zonas bastante escarpadas. NOMBRE: Ruta “La Señora”. POBLACIÓN: Bédar (Almería). INICIO Y FIN: Iniciaremos la ruta en el cruce de Bédar hacia Lubrín y terminaremos en el mismo punto. JUSTIFICACIÓN (MEDIOAMBIENTAL): En esta ruta subiremos al punto más alto de Bédar denominado La Señora o el cerro de Las Tenderas. Esta zona forma parte de la Zona LIC Bédar-Cabrea. Posee un gran valor paisajístico con unas increíbles vistas de toda la comarca, también unas impresionantes formaciones rocosas. Además no es raro poder ver ejemplares de cabras montesas ( Capra pyrenaica hispanica ). TITULARIDAD DEL CAMINO: Público. La mayor parte de esta ruta no transcurre por caminos ni senderos. LONGITUD: 9 o 10 kilómetros aproximadamente. DESNIVEL: Desde los 405 metros de la salida hasta los 750 m. del punto más alto de Bédar. HORAS DE MARCHA: Aproximadamente tres horas. DESCRIPCIÓN DEL SENDERO. Iniciaremos la ruta en el cruce de Bédar hacia Lubrín y seguiremos la carretera que nos lleva a Lubrín un kilómetro y medio hasta llegar a una curva muy cerrada y de donde parte una pista de tierra a nuestra izquierda, continuaremos por esta pista unos ciento cincuenta metros aproximadamente y nos desviaremos hacia la derecha por una nueva pista de tierra, una vez subimos este pequeño tramo encontraremos una pequeña vereda dirección Oeste que nos llevará a un pozo de que sobresale un tubo metálico que lo cierra. Llegados a este punto el camino finaliza y comenzaremos el campo a través, ahora en dirección Norte paralelos a la carretera que lleva al Campico y Lubrín, de esta forma llegará un momento en el que encontraremos un valle cubierto de pinos en su cara Norte a nuestros pies. Allí sin bajar tomaremos dirección Oeste. Poco después a lo lejos veremos los muros de una pequeña construcción utilizada en la época de las minas, en la cara opuesta a la que nos encontramos se pueden apreciar dos pequeñas minas y una vereda que conducía hasta ellas. Nosotros seguiremos dirección Oeste, una vez subido el pequeño cerro donde está la pequeña construcción comenzaremos la bajada con precaución debido a que hay en la bajada una pequeña mina bien visible. Posteriormente llegaremos a una zona bastante llana donde se pueden ver pequeñas veredas hechas por el continuo paso de caballos que pastan en libertad de unas fincas cercanas, una de ellas se dedica a realizar paseos a caballo. Si miramos el monte más alto se distingue el pivote que corona el punto más alto y al que nos dirigimos. El mejor camino a seguir es por los labrados de almendros y olivos siempre dirección Oeste. Cuando se termina el labrado continuaremos por un pequeño barranco campo a través buscando la cima, en la cima se encuentra un pivote como ya se comentaba anteriormente. La vista es espectacular a todo nuestro alrededor. Para bajar hay que seguir dirección Sureste como sinos dirigiéramos en línea recta hacia Mojácar por la cresta que deja a nuestra izquierda un profundo barranco denominado de “Los Chorraores”. Continuaremos por toda la cresta hasta situarnos encima de una pequeña montaña con grandes rocas disgregadas sobre ella, en su cima se encuentra el “Castillico de los Moros”, será cuando veamos la caseta comentada anteriormente cuando descenderemos hacia ella y seguiremos por la pista de tierra que nos llevará hacia Bédar y a nuestro punto de partida.

RUTA "SIERRA DE BÉDAR"

LA HUELLA DE LOS ÁRBES

Datos relativos al sendero.

TIPO DE SENDERO: Mediano recorrido. NOMBRE: Ruta “Sierra de Bédar” POBLACIÓN: Bédar (Almería). INICIO Y FIN: Iniciaremos la ruta en el cruce de Bédar hacia Lubrín y terminaremos en el mismo punto. JUSTIFICACIÓN (HISTORICA Y MEDIAMBIENTAL): En cuanto al valor histórico, destacaremos la iglesia del siglo XVI, una mezquita anterior, así como los cascos urbanos de las distintas poblaciones que conservan la típica planta árabe. Del valor ecológico podemos resaltar los quejigos de la fuente del Campico (que junto a otro que hay en el Marchal son los únicos de la comarca), así como los distintos paisajes que se pueden apreciar (desde tupidos pinares y cuidadas y verdes huertas hasta paisajes más áridos) en cuanto al valor paisajístico destacaremos las magníficas vistas que nos acompañarán en todo el recorrido. TITULARIDAD DEL CAMINO: Público. Utiliza las carreteras de comunicación que poseen estas poblaciones. LONGITUD: 16´5 kilómetros aproximadamente, 18 si sube al “Castillico de los Moros”. DESNIVEL: Supera un desnivel que va desde los 405 metros hasta los 702 metros. HORAS DE MARCHA: 5 horas a pié o 2 horas en bicicleta. DESCRIPCIÓN DEL SENDERO:

Iniciaremos la ruta en el cruce de Bédar hacia Lubrín, nos internaremos por la calle que entra en la población dejándonos a la derecha la carretera que se dirige a Lubrín. Como habremos podido observar desde la carretera, antes de llegar, se trata de una bonita encaramada a la sierra. Circulando por sus calles de adoquines rojizos descubriremos un mirador con la estatua de un minero, que hace honor al pasado del pueblo con unas vistas magníficas de Sierra Cabrera, el mar y los pueblos de la comarca ( Los Gallardos, turre, Mojácar, Garrucha, Vera,... ) éstas vistas las podremos disfrutar gran parte del recorrido. pronto llegaremos a la Iglesia Parroquial de Sta. María de la Cabeza, construida en el siglo XVI en honor a la patrona de la localidad, continuaremos hacia la Plaza de la Constitución frente a la cual se encuentra el ayuntamiento que dejaremos a la derecha para salir del casco urbano. A la salida del casco urbano debemos girar hacia la derecha tras lo cual encontraremos una pronunciada cuesta que nos lleva a la fuente temprana (“albaquita alfaguara”) donde podremos refrescarnos antes de empezar nuestra ruta. Podemos comprobar la utilización del agua que se hacía, en primer lugar salía por unos caños desde los que se podía llenar para uso humano, de ahí pasa a unos pilares que servían de abrevaderos a los animales, posteriormente pasaban al lavadero de ropa que se encuentra restaurado y por último llegaba a una balsa donde se almacenaba para regadío. En el entorno de la fuente se puede ver un algarrobo centenario, chopos, así como diversos árboles típicos de las huertas (naranjos, limoneros, granados,...). A continuación continuaremos por una pista asfaltada, al principio bordeada de naranjos y almendros, aproximadamente medio kilómetro después encontramos un desvío a la derecha con un cartel que indica “Castillo de los moros”, subiremos por él hasta que indica “camino privado”, allí nos desviaremos a la derecha campo a través, cuando hayamos subido encontraremos unos antiguos bancales, desde allí buscaremos a su derecha una pequeña vereda que en dirección Oeste nos llevará hasta la cima del cerro donde se encuentran las ruinas del “Castillico de los moros”, una vez llegados a la cima volveremos y seguiremos la carretera asfaltada que nos llevará a Serena, la vegetación se hace ahora más árida con esparto, albaidas.... Tras 3 kilómetros aproximadamente de recorrido variado, con predominio de las bajadas llegamos a la fuente de serena y a la pedanía de Serena, cuidadosamente encalada y con una pequeña capilla empotrada. El barranco contiguo con su chopera, la roca y los huertos colindantes forman un rincón precioso. Siguiendo el camino nos adentramos en la pequeña cortijada de casas encaladas y calles estrechas. Por si hubiera duda sobre su origen veremos los restos de una antigua mezquita que destaca sobre el resto de edificios por su tamaño, su estado ruinoso y porque está sin encalar, Fue reconvertida en almazara lo que se puede comprobar al mirar en el interior pues conserva parte de la maquinaria para hacer el aceite. Por una calle que hemos dejado atrás que sale entre dos casas con palmeras saldremos de esta barriada. El asfalto va desapareciendo poco a poco y entraremos en una rambla. En un cruce podemos optar por el camino de la derecha que atraviesa la cortijada dispersa de Los Pinos o seguir por la rambla que constituye un pequeño atajo, aquí se acaba el paseo y empieza una fuerte subida. Aparecen grandes arbustos de lentisco y coscojas o chaparros. Al llegar al solitario Cortijo del Cura el camino atraviesa una era empedrada. A unos 100m., atravesaremos un barranco, en el fondo del cual, a la izquierda hay un punto de agua, es un poco del que hay que sacar el agua con un cubo. Este tramo es un pequeño y necesario descanso antes de afrontar la subida final. Si continuamos el camino llegaremos a la cortijada de El Albarico, en su mayor parte en ruinas. Si lo hacemos, deberemos regresar, pues la ruta continúa por un ancho camino que sale antes a nuestra derecha. Se trata del último esfuerzo, otra fuerte subida, por la parte más alta de la sierra. A nuestra derecha se observan unos roquedos con algarrobos y encinas. Por fin llegamos al collado, que nos recompensará del esfuerzo con una buena panorámica. Es descenso es rápido en poco tiempo llegaremos a la última fuente del recorrido, la fuente del El Campico de agua muy fresca, doscientos metros antes de llegar a nuestra izquierda entre la pista y la rambla se observan cuatro quejigos testigos vivientes de un pasado que junto con las encinas conformaban gran parte de nuestros montes. Estos árboles están en proceso de declararse árboles singulares, en toda la comarca sólo quedan estos cuatro y otro que hay bajando la cuesta que nos lleva al Marchal, que ya está declarado árbol singular en la guía de Andalucía. Reanudaremos la marcha ya por el asfalto y atravesaremos un llano bordeado de almendros que en febrero supone todo un espectáculo con los almendros floridos. Encontraremos un cruce que a la derecha nos llevará a Bédar por una carretera con el firme en muy buen estado y sinuoso. Se trata de una carretera por la que, aún no siendo muy transitada, por coches. Así que deberemos ser precavidos. En la bajada encontramos frondosos pinares en la umbría de la sierra, espectaculares formaciones rocosas, así como algunos restos de explotaciones mineras.

RUTA "TRAZADO DEL ANTIGUO FERROCARRIL DE BÉDAR A GARRUCHA"

MUNICIPIOS: Bédar y Los Gallardos. MODALIDAD: Senderismo. TIPO DE RECORRIDO: Lineal. PUNTO DE PARTIDA: Cruce del Pinar de Bédar (Ctra. Los Gallardos- Bédar). PUNTO DE LLEGADA: Muro del barranco de La Tejera. LONGITUD DEL RECORRIDO (ida y vuelta): 7,6 Km. DURACIÓN APROXIMADA: 2 h. ESTACIÓN RECOMENDABLE: Primavera, Otoño e Invierno. RECOMENDACIONES: Como no quedan restos de raíles (se vendieron), en caso de desorientación tenga en cuenta que las vías de tren se colocaban sobre un talud o montículo, sin pendientes muy pronunciadas. Estas pistas y otros restos como canaletas para la conducción del agua (se trataba de locomotoras a vapor), puentes, etc. le pueden orientar para seguir el recorrido sin problema. La primavera es la época ideal para disfrutar de estos paisajes cultivados de cereales, salpicados de amapolas, con el olor característico de la mies, animados con el canto del abejaruco, la abubilla o la totovía.




LA RUTA En esta ocasión, vamos a transitar por un tramo del trazado del antiguo ferrocarril que comunicaba la zona de extracción minera de Bédar con el embarcadero de Marina de la Torre, ya en Mojácar. Para llegar al punto inicial de la ruta, tomamos la carretera de Los Gallardos a Bédar (AL-6109). Cuando lleguemos al cruce de El Pinar, giramos y dejamos el coche en los aparcamientos. Cruzamos la carretera y tomamos un camino que sale en la ladera de enfrente. Seguiremos hasta arriba unos 300 m. Justo a la izquierda de la desembocadura del camino nos encontramos, al fondo, las tolvas de carga de la Estación Trinchera Alta, cargadero que se construyó en 1919 para solucionar el problema del transporte entre El Pinar y esta estación. En este lugar quizás nos encontremos con un vertedero incontrolado, hecho que no se repite en ningún otro tramo del camino. Giramos a la derecha y a pocos pasos encontramos un camino encajonado que se nos abre a la izquierda: es el comienzo del trazado del antiguo ferrocarril minero. El final de nuestro trayecto es el Muro del Barranco de la Tejera, fácilmente reconocible por su imponente estructura de piedra con contrafuertes que destaca en el paisaje. Aquí iniciaremos el regreso. El trayecto es en sí mismo un punto de interés de esta ruta. Tenemos que tener en cuenta el contexto socioeconómico en el que se construyó esta línea que estuvo 26 años en funcionamiento. La primera fase de explotación minera en Bédar se da entre 1848 y 1890, protagonizada por la extracción de plomo. En esta fase, las explotaciones eran de capital local, el transporte se realizaba en carretas hasta la costa y, de allí se trasladaba en gabarras (embarcaciones pequeñas de pescadores), hasta los barcos anclados a unos metros de la costa. Era un sistema rudimentario y costoso. Una segunda fase se desarrolla entre 1890 y 1899 y está protagonizada por la minería del hierro. En esta ocasión, las iniciativas son llevadas a cabo por capital foráneo que mecanizaron el transporte de mineral hasta la costa, con el ferrocarril y el cable aéreo, que desembocaban en los cargaderos situados en la playa. Otra innovación de este periodo, fue el cargadero situados en la playa. Otra innovación de este periodo, fue el cargadero metálico de la Marina (construcción de piedra todavía en pie entre Garrucha y Mojácar) que permitía descargar el mineral directamente en los buques, lo que supuso la crisis de las numerosas pequeñas embarcaciones de pescadores. En 1897 entra en servicio la línea de ferrocarril Tres Amigos (Bédar) Garrucha. La longitud total del trazado era de 17,5 km para un desnivel de 234 m y el viaje duraba unos cuarenta minutos aproximadamente. El parque motor lo constituían tres locomotoras grandes para la línea general y dos pequeñas para los ramales. Al día se realizaban dos viajes en cada sentido la composición habitual del tren era de 20 vagones de 10 toneladas cada uno (6 vagones de 3 toneladas los trenes de los ramales). Tras la crisis de los años 20, la línea quedó fuera de servicio en 1923. Nueve años más tarde la vía fue desmantelada y vendida. Otras construcciones que componen el paisaje minero de esa ruta son: Los taludes de piedra construidos para salvar pequeños barrancos, los estribos de antiguos puentes metálicos -desmantelados hacia 1943 con el resto del material férreo-, los cargaderos o tolvas donde se llenaban las vagonetas de mineral, las oficinas e instalaciones anexas y los túneles, por los cuales no es aconsejable transitar debiendo ser rodeados por las zonas cercanas. Casetas guara vías. A lo largo del recorrido encontramos varias edificaciones que responden a una misma tipología. Son los restos de las casetas de los guardavías. En nuestro trayecto encontraremos tres. Estas construcciones albergaban al personal y todo lo necesario para asistir al funcionamiento general de la línea, como por ejemplo el abastecimiento de agua a las antiguas locomotoras de vapor. El agua se conducía a través de una canalización a base de vasijas de cerámica engarzadas, en paralelas a la vía y visible en algunos tramos. Puentes. Los puentes que se construyeron eran todos de sillería labrada en sus esquinas y coronación. Podemos observar la obra de fábrica de los puentes, que hacen honor al rigor y fortaleza con el que fueron construidos,pero no podemos atravesarlos porque en 1942, cuando las líneas ya se había abandonado, se vendió la vía por un millón de pesetas, incluidas las estructuras metálicas de los puentes que al igual que los carriles, fueron desmantelados. Por tanto para cruzarlos bajaremos al cauce de la rambla. El puente que encontramos en nuestro trayecto es el que salva la Rambla de la fuente santa. A 1 km del Barranco de la Tejera, se encuentra el Puente de la Barrilla, de 15 metros de altura, que salvaba la Rambla de las Costillas. Terraplenes del ferrocarril de Bédar. Para salvar los barrancos no sólo se utilizaron puentes y muros de piedra, sino que se construyó un interesante sistema de terraplenes y rellenos de tierra. El método que se empleaba consistía en extraer tierra del cabezo contiguo al barranco a rellenar, por lo que los desplazamientos de tierra era mínimos. Esto es importante si consideramos la maquinaria que se poseía en el s. XIX. Para el paso del agua se construía en el fondo del barranco la pontanilla, obra de desague hecha con piedra de cantería con un tamaño variable en función del caudal del barranco. Boca de mina. Cerca del sendero podemos observar la boca de una mina, que localizaremos por estar precedida de un manto rojizo de trozos de mineral ferruginoso que se caían de los colmados vagones. Es peligroso y no está recomendado adentrarse en la boca de la mina. Cañadas. A ambos lados del camino, donde se sitúan las vaguadas con cierta pendiente, podemos distinguir la disposición de muros de piedras o balates en terrazas. Con este dispositivo se producía el relleno de la superficie abancalada y facilitaba el acceso a los factores básicos de la productividad primaria: suelo fértil y practicable y disponibilidad, relativa, de agua. Estas pautas de asentamiento en la Comarca, tradicionalmente dirigidas a las laderas, dónde había posibilidades de nacimientos de agua, nacimientos mineros o situación defensiva, han ido evolucionando hacia los terrenos llanos junto a los cauces y, más recientemente, hacia la costa. Muro del Barranco de La Tejera. A la altura del barranco de la Tejera nos encontramos con un impresionante muro de piedra que lo atraviesa. Se trata de una estructura de piedra maciza, que deja paso al agua en su parte inferior. A ambos lados presenta cuatro contrafuertes que le dan una gran robustez. Justo antes de llegar a este punto hemos pasado por la tercera casa guarda vías de nuestro recorrido. Las instalaciones de la antigua línea de ferrocarril son ahora morada de otros habitantes como liebres y conejos que construyen sus madrigueras en el mismo camino, por eso es fácil verlos escabullirse entre los arbustos, donde abundan el lentisco, el palmito, cornicabra, esparto. Otro habitante frecuente en el camino es la tortuga mora o el lagarto ocelado, ambas especies amenazadas de peligro de extinción. El hábitat donde se desarrollan está cada vez más fragmentado y alterado, lo que está poniendo en serio peligro la supervivencia de estas especies. RUTAS SERENA-LOS PINOS EL ALBARICO-EL CAMPICO Esta ruta la podemos comenzar en la Plaza de S. Gregorio, siguiendo después de contemplar el paisaje, con la visita a la iglesia de Santa Maria de la Cabeza, que data aproximadamente del siglo XVI. Bajamos a la plaza de Ayuntamiento (los miércoles hay mercado), y siguiendo la calle Mar llegamos a la carretera de Serena. En nuestro camino encontraremos la Fuente Temprana y el lavadero. Recorridos 3 kilómetros llegamos a Serena. Nos da la bienvenida la fuente del Nacimiento. Los retos arqueológicos y su configuración mantienen aspectos árabes. Encontramos dentro de su casco urbano los restos de un oratorio musulmán. Este edificio fue utilizado como almazara hasta 1965. A partir de Serena la carretera se hace más dificultosa y estrecha. Llegamos a Los Pinos, cuyo nombre proviene de un bosque de estos árboles de los que ya quedan unos pocos. Desde aquí ascendemos durante un recorrido de 6 kilómetros a El Albarico, cortijada ya en ruinas, excepto alguna casa remodelada para uso temporal. Andando ya en pista de tierra alcanzamos el límite noroeste de Bédar donde se encuentra El Campico. Esta pedanía está habitada, al igual que Serena y los Pinos, con personas dedicadas al cuidado de sus rebaños de cabras. Desde aquí llegamos a carretera asfaltada, desde donde nos podemos dirigir a Lubrín o a Bédar. RUTA "LOS MATREROS" Los Matreros es una pedanía de Bédar a la que se accede por la carretera que desciende al lado de la parada de autobús. El camino no está en muy buen estado, pero es transitable. A sus márgenes crecen tomillar y matorral, así como naranjos y frutales en la vega que lo rodea. Aquí fue donde desapareció el último telar de la comarca. Se tejían jarapas de lino, abrigos...con trozos de tela en desuso. En el recorrido podemos observar a nuestra derecha los tonos ocres de las tierras de Cuevas que tienden a perderse con el fondo azul del mediterráneo. El Goterón situado en los límites de Bédar, Antas y Lubrín (a estas dos últimas poblaciones podemos acceder siguiendo esta ruta), está atravesado por el río Jauro. Centinares es una pedanía que conserva su antigua era, siendo un sitio adecuado para disfrutar del paisaje.

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